Ley de vida

Al principio no existíamos eramos producto de la nada, después nacemos, nos convertimos en niños pequeños y poco después simplemente en niños, aprendemos las cosas primarias: gatear, primeras palabras, caminar, leer, escribir...

Seguimos evolucionando y nos hacemos adolescentes, en ésta etapa aprendemos las cosas secundarias, las más desagradables y dolorosas de nuestra vida: enamoramientos, amigos, enemigos, miedos, sueños, sentimientos...pero a la vez aprendemos a sonreír y a levantarnos más fuertes de nuestras caídas.
La tercera y última es la vejez, por la cuál ya hemos madurado y salido de la flor de la vida, esa en la que vemos a los jóvenes como personas sin cabeza, que no saben que están haciendo con su vida, ésta última de todas, una de las más amargas para nosotros y nuestro seres queridos, en la cuál llega un día a una hora, minutos y segundos, en la que, por mala suerte, dios no nos deja disfrutar para eternamente de la vida, y viene a recojernos con una guagua de ida pero no de vuelta, en la que dice que estaremos en su mundo ya que, en ésta ya no hacemos nada, sino ver como pasa el tiempo a un ritmo muy lento, porque hemos cumplido nuestra misión.